martes, 22 de marzo de 2016

Jorge Oteiza "Homenaje a Mallarmé"




El núcleo central de la escultura abstracta de Jorge Oteiza se fraguó en la década de los cincuenta, a partir de la experiencia con maquetas del Laboratorio experimental, para concretarse en la obra definitiva en piedra y en hierro que, en buena parte, constituyó el conjunto expuesto y premiado en la IV Bienal de Arte de São Paulo en 1957, bajo el título de Propósito experimental. Después, vendrían las esculturas que el artista denominó Obras conclusivas, realizadas entre 1958 y 1959, que conformaban el corpus escultórico de significación profunda y final al que pertenece esta obra. Pese a su sintaxis simple, Homenaje a Mallarmé es una escultura compleja, donde se resume el ideario y vocabulario artístico del escultor. Usando su terminología, está compuesta por una combinación de «unidades Malevich» (en referencia a uno de los padres de la abstracción, creador del suprematismo) con planos matrices abiertos en negativo o en vacío, conformando una serena «caja vacía» junto a «planos Malevich» en diagonal, que complican la estructura y el espacio. La obra es un homenaje al espíritu de la vanguardia y está dedicada a Stéphane Mallarmé, escritor cuya poética, al igual que la de Oteiza, significó una búsqueda de lo absoluto, un modelo de abstracción y un paradigma de la unión entre poesía y arte. (Carmen Fernández Aparicio)

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